En los últimos años, hay una corriente en América Latina hacía la planificación para el desarrollo sostenible, en parte impulsada por la CEPAL- ONU y otros impulsados por sus propias convicciones políticas de corte socialista. Como quiera que fuese, se está tratando de hacer una mejor planificación y se plantea como alternativa para ello explotar la Prospectiva en sus diferentes variantes.

La Prospectiva es una disciplina que busca la inclusión de los diferentes actores de una sociedad ( Academia, Políticos, Empresarios y Sociedad Civil) con el objeto de alcanzar consensos del tipo ganar - ganar a la hora de plantear visiones de futuro, logrando identificar así los principales inductores de desarrollo (variables, drivers, etc.) para su mejor gestión y permitiendo alcanzar los mejores y mayores impactos. 

En este último bloque de actores, encontramos a las distintas agrupaciones civiles no políticas que se han agrupado, por ejemplo: sindicatos, asociaciones, cooperativas,  juntas de usuarios y por supuesto los colegios profesionales entre otros.  

Los colegios profesionales al contar con los tenedores del conocimiento están llamados a liderar a la sociedad civil y articular con los otros actores sociales para el desarrollo del país, sobre todo el colegio de ingenieros quienes por naturaleza son los constructores del mismo; sin embargo, podemos ver que su participación es casi nula, no habiendo propuestas de políticas públicas de ninguno de los colegios, autoexcluyendose de dicho deber social.

En el caso especifico del CIP Colegio de Ingenieros del Perú, se ha podido observar que su participación como ente técnico no es tomado en cuenta por el poder político y mucho menos ha sido capaz de asumir un rol de liderazgo a la hora de proponer políticas púbicas.

Se hace necesario pues, que las diferentes organizaciones civiles participen más del esfuerzo por el desarrollo nacional y que no esperen una invitación, ellas deben ser capaces de abrir las puertas para buscar mesas de concertación que permitan abordar loas diferentes problemas del país.

En ese sentido, es necesario que los colegios profesionales evalúen sus objetivos organizacionales de modo tal que  empiecen a articular propuestas de solución a los problemas nacionales. No pueden ser meros observadores, tienen que ser actores activos de la regeneración del País.